Los puntos negros son un exceso del sebo que se producen por una obstrucción de los poros de la piel.
La piel es el órgano más grande que tiene el ser humano, razón suficiente para cuidarla. Por lo anterior, el cuidado de la piel se ha convertido en una rutina que millones de personas han acogido por todo el mundo.
A pesar de que por años el cuidado de la piel se ha encasillado con la vanidad y la estética, la piel va más a allá de ser solo eso y su cuidado se trata de una cuestión de salud.
Uno de los problemas cutáneos con el que tanto hombres como mujeres luchan a diario son los puntos negros, los cuales con frecuencia suelen ubicarse en la zona T del rostro –frente, nariz y mentón–, áreas que a menudo están expuestas a todo tipo de contaminación.
Es de mencionar que los puntos negros también pueden aparecer tanto en la espalda como en los brazos.
Los puntos negros son un exceso del sebo que se produce por una obstrucción de los poros de la piel, sumada a la acumulación de células muertas y al proceso de oxidación de las células que hace que tomen este aspecto oscuro y, por ende, se noten a simple vista.
Productos para la tratar los puntos negros hay por montones; las farmacéuticas y las empresas de la industria cosmética se encargan de estrenar a menudo nuevas invenciones.
Pese a la variedad de productos que hay en el mercado, hay otro centenar de frutas, verduras, condimentos, plantas y compuestos que ayudan en el cuidado de la piel, una alternativa natural que además ayuda a ahorrar.
En ese sentido, es preciso decir que en la despensa hay numerosos productos que sirven para el cuidado de la piel, como el café, la cáscara de banano, el limón, el huevo e incluso la sal,
entre otros.
La sal es un ingrediente infaltable para la preparación de alimentos, es casi imposible encontrar un hogar alrededor del mundo donde no haya este elemento.
A pesar de ser tan común, muchas personas desconocen las múltiples bondades que tiene la sal para el buen cuidado de la piel, mantener un rostro terso, radiante, rejuvenecido y libre de puntos negros.
No todas las sales poseen las mismas propiedades para la piel, por eso se recomienda el uso de la sal de mar, también conocida como sal marina.
La sal de mar es rica en zinc, yodo, potasio y oligoelementos que aportan innumerables beneficios para la piel y el organismo en general.
Los minerales esenciales en mención aportan beneficios únicos a las células de la piel y también incrementan la circulación de la sangre en toda la superficie dérmica.
La doctora Mayte Truchuelo, dermatóloga del Hospital Vithas Nuestra Señora de América y de Vithas Internacional, afirmó que “para las personas que padecen determinadas enfermedades de la piel, como eczemas atípicos, psoriasis o acné, los baños en el mar en combinación con la humedad ambiental y la exposición solar limitada, por el efecto antiinflamatorio del ultravioleta del sol, resultan muy beneficiosos.
La sal marina nutre las células de la piel, gracias a su alto contenido de vitaminas y minerales. También es un poderoso antioxidante y alcalino, que permite mantener las células jóvenes y evitar su deterioro, siendo un ingrediente que permite combatir el envejecimiento y eliminar las arrugas de la piel.
Es de destacar que la sal es ampliamente utilizada para hacer masajes debido a sus bondades para eliminar la celulitis, estimulando la circulación sanguínea.
En lo que refiere a los puntos negros, hay dos recetas que se pueden poner en práctica y que ayudan con su remoción.
La primera solo consta de dos ingredientes: agua y sal. Se trata de una solución que es muy simple para eliminar los puntos negros y controlar la producción de grasa en la cara.
El portal español Mundo Deportivo recomienda mezclar a diario un poco de agua tibia con una cucharadita de sal para lavar el rostro y, de este modo, librarse de los puntos negros de la piel.
Se recomienda realizar el lavado en mención una vez la persona haya retirado el maquillaje por completo o cuando la cara esté limpia.
La otra receta casera se prepara con sal y zumo de limón, una combinación ideal para librar el rostro de los puntos negros. Para llevar a cabo esta preparación, se deben mezclar –hasta tener una masa homogénea– una cucharada de zumo de limón y la misma cantidad de sal. Cuando se obtenga una pasta, se debe aplicar con la ayuda de una brocha sobre la zona donde están los puntos negros y se deja actuar durante 10 minutos para luego ser retirada con agua tibia. El proceso debe ser repetido dos veces a la semana para obtener mejores resultados.
Con esta receta se debe tener precaución de no entrar en contacto con el sol, pues el limón puede manchar la piel.
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